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Tratamiento urgente en laringitis aguda.

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¡Doctor, mi hijo se asfixia!

Descripción de la entrada

La atención urgente al paciente pediátrico con dificultad respiratoria puede resultar una situación compleja para el médico urgenciólogo. Una de las causas mas frecuentes es la laringitis aguda. Un reconocimiento precoz de los síntomas facilitará el tratamiento exitoso de esta entidad desde el servicio de urgencias hospitalarias o extrahospitalarias.

Introducción

La laringitis aguda supone una causa frecuente de obstrucción aguda de las vías aéreas superiores en la edad pediátrica, siendo un motivo de consulta urgente habitual.

Es un síndrome caracterizado por la presencia de un grado variable de tos perruna o metálica, afonía, estridor y dificultad respiratoria. Estos síntomas son derivados de la presencia de un edema subglótico. Dicho edema, ese que produce diferentes grados de obstrucción laríngea, lo que va a dar lugar a los síntomas anteriores. La disnea moderada o grave en el paciente pediátrico, independientemente de su etiología, supone un reto para el Médico de Urgencias y Emergencias, llegando a ser una situación estresante y compleja. Sin embargo, en el caso de una laringitis aguda, un reconocimiento inicial de los síntomas y una instauración precoz del tratamiento urgente va a permitir al clínico un buen control y resolución de la situación. Desde Femcex, queremos facilitar este reconocimiento inmediato en la sintomatología para, en definitiva, pasar de una situación compleja a una situación controlada.

Laringitis aguda, ¿Siempre es vírica?

En la mayoría de los casos la etiología de la laringitis aguda en edad pediátrica es viral, siendo los virus parainfluenza 1 y 2 los agentes causales más habituales, así como el virus parainfluenza 2, virus respiratorio sincitial (VRS), virus influenza A y B, adenovirus y el sarampión. Dada esta etiología, queda justificado el carácter estacional que presenta la enfermedad con una mayor incidencia en los meses de invierno. La laringitis aguda bacteriana es muy poco frecuente. No obstante, vamos a encontrar otro tipo de laringitis aguda no infecciosa, conocida como laringitis o crup espasmódicos, en la cual la clínica aparece de forma brusca, generalmente sin fiebre, y presenta un carácter autolimitado. La etiología se desconoce, aunque se ha relacionado con una hiperactividad de las vías aéreas a estímulos inespecíficos tales como estrés, reflujo gastroesofágico o atipia.

¿Cómo llega ¨típicamente el paciente?

Como en anteriores ocasiones, pongámonos en situación. Bien en nuestro Centro de salud, Ambulancia medicalizada o en un Box de Urgencias hospitalarias, habitualmente por la noche, vamos a encontrarnos a un/a niño/a con una edad entre los 3 meses y los 3 años, en la mayoría de las ocasiones, con sus padres muy preocupados porque ¨mi hijo ha estado con un resfriado común y ahora tiene tos rara y se asfixia¨. Nada más lejos de la realidad, la tríada típica en la laringitis aguda es:

  • Estridor inspiratorio: Producido por la vibración del aire al pasar por el espacio subglótico que se encuentra con un diámetro disminuido debido al edema laríngeo. (nota: en algunos casos, puede oírse desde una sala contigua, a gran distancia del paciente).
  • Tos ronca o perruna: Precede normalmente al anterior, recuerda a una tos de perro o al sonido que emiten las focas. Signo muy específico de esta entidad.
  • Afonía: Desde el inicio de la clínica el paciente va a presentar afonía. En lactantes, la afonía se identifica con un cambio en el tono del llanto habitual referido por los padres.

Cabe mencionar que la mayoría de los niños presentan afonía y tos perruna incluso sin evidencia de obstrucción respiratoria. Otros síntomas acompañantes van a ser: Fiebre, no siempre presente y dificultad respiratoria en diferentes niveles de gravedad, pudiendo presentar tiraje supraesternal, intercostal y subcostal, así como un aumento de la frecuencia respiratoria.

Manejo diagnóstico y establecimiento de nivel de gravedad

Como hemos comentado, el diagnóstico es fundamentalmente clínico, con la presencia de tos perruna asociada o no a estridor inspiratorio o dificultad respiratoria. En la auscultación generalmente presentará un murmullo vesicular normal o disminuido junto al estridor. En el caso de asociarse a bronquitis aguda o neumonía, la auscultación podrá presentar otras alteraciones de estas entidades.

Aunque la mayor parte de los cuadros son leves (60%) y remiten espontáneamente en unos días, hasta un 15 % van a ocasionar consultas repetidas. Existe un 5% que presentará criterios de gravedad y de ingreso hospitalario, de ahí la importancia de asociar escalas de valoración clínica al abordaje inicial como explicaremos a continuación.

Inicialmente ante un niño que precisa patología urgente, valoraremos la estabilidad o inestabilidad hemodinámica del paciente a través del triángulo de evaluación pediátrica (TEP) y posteriormente valoración X-ABCDE.

En el caso de la laringitis aguda y tras una primera sospecha diagnóstica, es de utilidad aplicar escalas de gravedad específicas como pueden ser la Escala de Westley o la de  Taussig. Cobra también vital importancia la utilización de pulsioximetría en este primer abordaje del paciente ya que nos permite la valoración de la oxigenación de forma sencilla y fiable, pudiéndose utilizar como parámetro evolutivo y pronóstico, teniendo en cuenta que el descenso se produce tardíamente.

IDEAS CLAVE

  1. Estridor inspiratorio = Obstrucción vía respiratoria extratorácica.
  2. Tríada laringitis: Tos perruna + estridor + afonía.
  3. Laringitis aguda no siempre vírica.
  4. Si dudas causa infecciosa, descartar cuerpo extraño.
  5. Valorar gravedad siempre.
  6. Si adrenalina nebulizada SIEMPRE observar 4 horas. Por posible efecto rebote posteriormente.

¿Pruebas complementarias?

Como se ha descrito anteriormente, los exámenes complementarios son, en general, poco útiles y su práctica sistemática no está recomendada. Algunos de ellos que pueden ser de utilidad en determinadas situaciones son:

  • Gasometría arterial: Indicada solo en aquellos casos de insuficiencia respiratoria grave en los que la monitorización invasiva sea imprescindible.
  • Radiografía de tórax: En los casos en los que se sospeche clínica asociada como neumonía, laringotraqueítis bacteriana o posibilidad de cuerpos extraños*

*¡¡¡ATENCIÓN!!!

En el paciente pediátrico con cualquiera de los síntomas de la TRÍADA DE LA LARINGITIS AGUDA pero sin fiebre es OBLIGATORIO realizar el diagnóstico diferencial con OBSTRUCCIÓN VÍA AÉREA POR CUERPO EXTRAÑO

Muy bien y ahora…¿Cómo lo tratamos?

En todos los casos es esencial el mantenimiento de la permeabilidad de la vía aérea del paciente, su adecuada oxigenación y ventilación. Como en toda dificultad respiratoria, se indicará oxígeno humidificado en paciente con hipoxemia para alcanzar una saturación de oxígeno ≥92%.

En el esquema superior se resume el tratamiento indicado según la gravedad, no obstante, añadimos algunas puntualizaciones al respecto que pueden ser de utilidad:

  • Como ante cualquier niño con disnea, fundamental tranquilizar a la familia, permitiendo que esté presente en la medida de lo posible durante el tratamiento del niño.
  • Mantendremos la calma del niño, colocándolo en una posición cómoda, para ello, si el niño colabora, permitirle que se coloque en la postura que el desee.
  • Evitar siempre la manipulación de la vía aérea o actuaciones que puedan favorecer un espasmo o condicionar una mayor dificultad respiratoria.
  • En el caso de laringitis grave con criterios de intubación orotraqueal, hemos de tener en cuenta de que a menudo nos vamos a encontrar con una vía aérea difícil en un paciente pediátrico por lo que debemos anticiparnos y buscar ayuda de expertos si no tenemos experiencia. En estos casos, se utilizará un tubo de diámetro menor al que correspondería por edad.

¿Qué hay de nuevo?

Pese a que los criterios diagnósticos, escalas de predicción y tratamiento en la laringitis aguda siguen permaneciendo sin cambios desde hace años, vamos a incluir algunas actualizaciones recientes en relación con el tratamiento, algunas aún en estudio.

1. Tratamiento con glucocorticoides:

El más utilizado y estudiado es la dexametasona vía oral, probablemente por su potencia y duración. Tradicionalmente, una única dosis entre 0,15mg-0,60mg/kg v.o. Recientemente se ha postulado que una dosis de 0,15mg/kg puede ser tan eficaz como una de 0,60mg/kg. Se ha probado la no inferioridad de la prednisolona en dosis de 1mg/kg oral durante 3 días con respecto a la dexametasona, por lo que puede utilizarse en caso de no disponer de dexametasona. No existe dexametasona en solución oral pero sí se dispone de fórmula magistral:

  • Solución oral dexametasona 1mg/1ml = Dexametasona 100mg + jarabe simple 64% c.s.p 100ml.

No hay pruebas de que dosis repetidas de corticoides proporcionen un mayor beneficio que unas dosis únicas.

En cuanto a los corticoides nebulizados, no deben utilizarse como tratamiento de primera línea. Pueden ser una alternativa en los pacientes en los que no haya posibilidad de administración sistémica. En ese caso, puede ser beneficioso 2mg budesonida mezclada con adrenalina (amp 1/1000 (1mg = 1ml): 0,5 ml/kg (máx. 5 ml), completar hasta 10 ml con SF y nebulizar con oxígeno a flujos bajos (4-6 l/min) independientemente del peso y edad. La combinación de corticoides sistémicos y nebulizados no está indicada.

2. Exposición ambiental al aire frio:

La exposición durante aproximadamente 30 minutos al aire frio exterior (<10ºC), como complemento al uso de dexametasona oral, podría ser beneficiosa (2024).

3. Ventilación mecánica no invasiva (VMNI):

A diferencia de otros cuadros que cursan con insuficiencia respiratoria aguda, en los que el uso de la ventilación mecánica no invasiva ha demostrado ser eficaces retrasando o evitando la intubación orotraqueal, en el caso de la laringitis aguda no tiene indicación, incluso está contraindicado, ya que la laringitis aguda supone una obstrucción fija en la vía aérea extratorácica.

Resumen:

La patología respiratoria aguda en el paciente pediátrico constituye un motivo de consulta muy frecuente en los servicios de urgencias hospitalarios y extrahospitalarios. Aunque la mayor parte de presentaciones son de carácter leve, los episodios de mayor gravedad pueden resultar complejos, y a menudo pueden llegar a poner a prueba las habilidades del Médico urgenciólogo. En el caso de la laringitis aguda, el reconocimiento temprano de la enfermedad a partir de la clínica y el establecimiento del nivel de gravedad en los primeros momentos van a facilitar una estabilización inicial del paciente y la instauración del tratamiento óptimo.

LOGOTIPO y FEMCEx AVATAR Simplicium

Conclusiones

  • El edema que se produce en la región subglótica en la laringitis aguda en niños va a producir una obstrucción parcial de la vía aérea superior.
  • En la mayoría de ocasiones, se trata de niños inicialmente inestables (TEP alterado), pero con buena respuesta al tratamiento inicial. Recordemos: Lo importante no es como llega el paciente, es como evoluciona.
  • La tríada típica es: Estridor inspiratorio, tos perruna y afonía, asociados o no a fiebre, signos de dificultad respiratoria o antecedente de infección respiratoria previa.
  • Debemos tener siempre presente la obstrucción de la vía aérea superior por cuerpo extraño en el diagnóstico diferencial.
  • Ante un niño/a con laringitis aguda pensemos siempre en: Oxigenoterapia, Corticoides (oral, iv o im) y adrenalina nebulizada.

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